En tiempos donde el sector agropecuario viene sufriendo inexplicables hechos vandálicos LA MAÑANA MAHU invitó al Ingeniero agrónomo Adrián Colaneri para charlar acerca del rol que cumple el sector como uno de los fuertes pilares de la economía argentina.
Nació en O¨Higgins, en el seno de una familia rural. Su padre continuando el proyecto de su abuelo, criaba vacas lecheras en un espacio acotado de 5 hectáreas. Este esfuerzo se sostenía, sacándolas a la calle. Eran tiempos en que Adrián colaboraba boyereándolas mientras pastaban. Toda la familia se involucraba en las múltiples tareas que se sumaban como huerta, cría de aves y porcinos, elaboración de conservas y de embutidos caseros.
Orgulloso de su infancia y muy compenetrado con la vida del campo continuó la carrera de Ingeniero Agrónomo.
Actualmente lamenta el estado en el que se encuentran los establecimientos rurales, todos convertidos en taperas. Atribuye esta situación a las pésimas políticas que impulsaron al productor a emigrar.
_Eran tiempos donde un kiosco tenía mayor rentabilidad que una cosecha-explicaba .Además no le dieron bolilla a los caminos, desatendieron otros aspectos como la electrificación, la conectividad por nombrar algo.
Continuó diciendo-Nuestros abuelos vinieron a hacer la américa y ellos si se encontraron con tierra arrasada. Con gran sacrificio salieron adelante. Lamentablemente hoy la realidad es otra, el chacarero no pudo más y ahí quedaron las aguadas, los molinos, las casas y galpones, en el abandono.
En otro momento de la interesante charla decía : No entiendo por que se ha llegado tan bajo. Dañar la producción es atentar contra el mismo país. Es una manera absurda de querer obligar a que se venda la producción, si ese es el cometido.
Con respecto al valor agregado sostuvo que detrás de cada grano hay una cadena que da ese valor: insumos, maquinarias, vehículos, profesionales una interesante red que moviliza la economía , la producción y la generación de trabajo.
Finalmente aclaró. -Algo que no se dice es que el chacarero tiene una cosecha al año y las vacas paren un ternero por año. Ese es su sueldo, es anual y con viento a favor, a diferencia de muchos empleados que lo perciben mensualmente. Con ese ingreso tiene que hacer frente a los gastos que le demanda la producción, los servicios, impuestos, educación, salud, etc. Si todos estuvieran obligados a vender en abril o mayo, como la oferta y demanda fija los precios, este aluvión de ventas los bajaría tal vez a la mitad y la gran mayoría se fundiría. Cada uno en su empresa busca el mejor rédito.- concluyó
El ingeniero Colaneri con mucha claridad nos ayudó a reflexionar sobre esta actividad esencial.

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